He tenido que controlar estos días las ganas de escribir nuevas entradas con todo lo que se me va pasando por la cabeza. Como siempre cuando empezamos algo le ponemos muchas ganas y luego va perdiendo fuerza en el tiempo. Pero en este caso quiero disfrutar de cada publicación ya que, en cada una de ellas se encuentra una parte de lo que más me ha hecho crecer como persona, mi trabajo, mi colegio.
Cuando empecé a estudiar enfermería ni siquiera pensaba en la relación que podía tener mi carrera con una escuela. Todo eran urgencias, plantas, consultas, ucis... el apasionante mundo de la enfermera en prácticas! Y a mi me encantaba❤️
Pero algo cambió ya siendo enfermera cuando, por primera vez fui a visitar a mi compañera y predecesora Elena (la que me introdujo en el mundo de la Diabetes tipo 1 y las bombas de insulina) y algo hizo click en mi interior... se estableció una conexión inmediata con los niños que iba a tener que cuidar a partir del siguiente mes (aun sin saberlo, sólo fui por curiosidad) y que ella ya hacía tan bien!
Esta hoja junto con los protocolos de los niños hechos con mucha paciencia y mimo por sus madres, en los que yo sólo veía números (glucemias) y ml de zumos o medias galletas 🍪 fueron mi guía de inicio. Eso y un servicio de atención a la enfermera en pánico que tenían los papas todo el día para resolver todas las dudas que tuviera, que no eran pocas!
Y así empezó mi aventura, siempre con fecha final el 30-31 de cada mes y la incertidumbre de si continuaría el curso entero, por aquello de "los niños tienen que ser autónomos y una enfermera les quita autonomía".
Esta fue una de las primeras frases que escuché a lo largo de todo este camino (entre otras barbaridades) y que me hizo pensar por primera vez: autonomía ? Son coches? No, son niños de 4,7 y 8 años. Yo no sería autónoma en su lugar.
Con el paso del tiempo he ido moldeando mi pensamiento sobre la autonomía, a medida que he ido conociendo otros niños de otras edades y hablando con pacientes adultos y desde mi punto de vista, hasta los 12 años no adquieren el grado total de autonomía necesaria para manejar los entresijos de su "compañera". Según la Asociación Americana de Diabetes (ADA) tampoco, pues establecen que hasta los 12 años la educación debe estar dirigida a los padres y cuidadores y a partir de entonces, estaría dirigida al niño con los padres incluidos .
https://blog.diabetes.ascensia.es/blog/index.php/autogestion-de-la-diabetes-en-ninos
Hagamos una reflexión: dejaríais a vuestros hijos menores tomar decisiones que afectan directamente a su salud? Y administrarse una medicación de "fácil error" que puede desencadenar graves consecuencias?
Cada error tiene una consecuencia que afecta al niño en todos los sentidos de su desarrollo bio-psico-social, minimicemos los errores y seamos los adultos los responsables de ellos.
Buen fin de semana a todos! Y gracias✌🏻️
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